Artículo de Manuel Vicente
La sentencia que condena a toda la cúpula del socialismo andaluz de principios del siglo XXI demuestra que no era un entramado de cuatro golfos que vivían a cuerpo de rey, gastando dinero público incluso en cocaína, comilonas y whiskies, sino que constituía un sistema de reparto de dinero para que personas que atravesaban sus peores momentos al ver peligrar su puesto de trabajo vieran en Manuel Chaves y el PSOE su tabla de salvación.
Diez años repartiendo dinero para la compra de votos. Cerca de 1.000 millones de euros que sirvieron para fraguar el régimen del PSOE en Andalucía mediante el reparto de ‘paguitas’ para que los trabajadores de empresas en crisis vieran en Manuel Chaves, entonces presidente de la Junta, como el ‘señorito’ que les garantizaba un sustento sin tener ni siquiera que trabajar. El dinero que los andaluces pagan mediante impuestos, al servicio de que un partido siguiera ostentando el poder y colocando a sus altos cargos para que continuaran con sus desmanes.