Artículo de Adrián Peña
La situación política y económica es cataclísmica en Europa, y por extensión, en España. La égida de las potencias militares que se repartieron nuestro continente en 1945 deja, todavía hoy, nuestros destinos en manos de intereses extranjeros en colisión. La contienda por los recursos dispara el encarecimiento de los productos básicos, y la política exterior de un testaferro de los EE.UU como Presidente de España cierra los conductos argelinos y nos ponen a merced de las ambiciones expansionistas del Rif que claman venganza. Mientras, en las calcinadas estepas del Don, vuelve a cernirse un terror nuclear mucho peor que el de Chernóbil al estar provisto esta vez de casus belli.