Artículo de Pedro de Tena
En 1935, mucho antes que quien conocemos por George Orwell denunciara el horror del comunismo ruso en Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949) – por aquel tiempo seguía seducido por el comunismo como una buena porción de escritores y periodistas -, tuvo lugar el asesinato de Gareth Richard Vaughan Jones, Gareth Jones, un periodista de investigación británico nacido en 1905 en Barry (Gales). No había cumplido aún los 30 años y según su familia, fue ejecutado por orden del NKVD, el servicio secreto de Stalin.
¿Cuál fue su crimen? Ser testigo y contar el espanto y estremecimiento que producían los millones de personas matados de hambre (entre 2 y 12 millones, según las fuentes) en la rica Ucrania tras ser sometida a la cúpula bolchevique ya dirigida por Stalin. Mientras el Kremlin se esmeraba en fingir un régimen de prosperidad ante las potencias occidentales y sus enemigos próximos, se ordenó confiscar las cosechas y los alimentos de Ucrania para exportarlos y obtener dinero para sus fines de dominación y la simulación de un éxito del régimen comunista.